Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales
ISSN 1669-1555
Volumen 14, nº 1 (2016)

Los estudiantes y la escritura de los trabajos finales de graduación:
algunas reflexiones


por
Isabel Stella Maris Torrigiani

Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Facultad de Trabajo Social isabeltorrigiani@yahoo.com.ar

 
Silvia Esperanza Primo
Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Facultad de Ciencias Agropecuarias silpri2009@gmail.com
 
 
Resumen

La escritura académica, como proceso psicológico superior y de acuerdo a la visión Vigotskiana, es una manera de construcción social de significados que se realiza en una situación específica para cumplimentar determinados requerimientos de la comunidad de aprendizaje. En el proceso de escritura de un trabajo final o tesis, en particular, intervienen muchos factores que pueden resultar en obstaculizadores o facilitadores del proceso. Este artículo pretende discutir algunos aspectos a tener en cuenta al encarar un proceso de escritura o dirección de tesis. Se revisan, de este modo, algunos aspectos relevantes como lo son el género tesis, los principales obstáculos; los criterios para trabajar la corrección/ autocorrección, entre otros. Se reflexiona además, acerca de las características del producto final esperado y la relación existente entre el tutor/ tesista como factor determinante en la tarea emprendida.

Palabras clave
Escritura académica, tesis, obstáculos, autocorrección.
 
 
Abstract

Academic writing is, as a higher psychological process and according to Vygotsky’s view, a form of social construction of meaning, which is carried out in a specific situation in order to fulfil certain learning community requirements. In the process of writing a dissertation or thesis, particularly, there are many factors that facilitate or hinder the process. This article aims at discussing some aspects to be taken into consideration when facing a dissertation writing or tutoring. Thus, some relevant aspects as thesis genre; main obstacles; criteria to work on correction/ self-correction; among others, are revised. There is also some reflection on the characteristics of the expected final product and the existing relationship between the tutor and thesis writer as decisive factor in the assumed task.

Keywords
Academic writing, dissertation, obstacles, self-correction.
 
Para citar este artículo: Rev. Arg. Hum. Cienc. Soc. 2016; 14(1). Disponible en internet:
http://www.sai.com.ar/metodologia/rahycs/rahycs_v14_n1_05.htm
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La escritura académica, de acuerdo a la visión Vigotskiana, es una manera de construcción social de significados que se realiza en una situación específica para cumplimentar determinados requerimientos de la comunidad de aprendizaje.
En el ámbito de la universidad, los estudiantes escriben con diferentes finalidades, ya sea para dar cuenta de lo aprendido; para presentar informes o publicar; o para cumplimentar los requisitos de graduación con un trabajo final, o tesis. Esta actividad académica de nivel superior requiere de lecturas y análisis previos de la información que deberá ser asimilada y plasmada en el trabajo escrito, además del dominio de las características propias de la escritura científica, exigencias a menudo difíciles de cumplimentar.

La escritura es, de acuerdo a las palabras de Castelló (2009), “…una actividad que conlleva altas exigencias cognitivas y afectivas…”  (p. 6) que, según afirma la autora, “…exige también el dominio de convenciones lingüísticas y textuales que constriñen las formas posibles de expresar lo que uno quiere decir.” (p. 3) Por ende, es imprescindible su dominio para la producción y transmisión de conocimiento científico. 

En el proceso de escritura de un trabajo final o tesis intervienen muchos factores que pueden resultar en obstaculizadores o facilitadores del proceso. 

Uno de los principales obstáculos con los que se encuentran los alumnos de grado y posgrado están relacionados con la falta de hábito en la escritura académica, ya que muchas veces durante la carrera es poco frecuente dicha práctica. Por otra parte, se espera una producción de conocimiento científicamente válido y original que no siempre es posible alcanzar por parte, por ejemplo, de un estudiante de grado que está comenzando a desarrollar competencias de investigador.
En cuanto a la motivación para escribir, de acuerdo a las palabras de Vygotsky (1988) “Las motivaciones para la escritura son más abstractas, más intelectuales, y están más distantes de las necesidades inmediatas. En el lenguaje escrito estamos obligados a crear la situación, esto requiere una separación de la situación real” (p. 120).

Teniendo en cuenta que muchas veces la escritura surge de una exigencia, ya sea para publicar, para la obtención de una certificación o para entregar un informe final, la motivación real suele verse desdibujada.

Otro elemento obstaculizador con que se encuentra el escritor es, teniendo en cuenta el género discursivo, respetar las convenciones establecidas en cuanto a la tipología expositiva y académica escogida, ya sea un artículo científico, un ensayo, una tesis, etc. Como sugiere la Dra. Carlino (2006) al referirse a los géneros discursivos, los mismos “…son sistemas de acción que generan expectativas entre lectores y autores”. Esto condiciona al escritor a escribir lo que el lector espera del texto de acuerdo al género escogido. (p. 14).


Destinatarios

Cuando se tiene en claro para que se escribe, es decir el propósito, se facilita pensar en quienes son  destinatarios de dicho texto. Quizás esto guarde relación con el hecho de que el lector es un ente abstracto y muchas veces cuesta visualizar un destinatario final.

En el género tesis o trabajo final, se da una particularidad muy especial, por un lado el tesista debe cumplimentar un requisito y se encuentra en una posición de asimetría con respecto a su audiencia, el jurado y la comunidad académica; por el otro, una vez superada dicha instancia, el hecho de cumplimentar ese requisito lo pondrá en una situación de paridad con quienes han valorado su trabajo final.

 

Conocimiento del tema

Tanto la lectura como la escritura supone una serie de procesos intelectuales, por ende comprender y producir textos dentro de lo que se consideran géneros universitarios implica además  aprender contenidos de ese campo. Para poder comenzar a escribir sobre un tema es necesario primero un trabajo de investigación, recopilación y selección de información accesible acerca del mismo ya sea como inspiración, para estar al tanto de lo que se sabe de dicho tema o detectar un nicho de conocimiento al cual abordar.

Dicha tarea previa permite al escritor construir confianza en sí mismo una vez conseguido un sustento teórico sobre el cual se apoyará su producción escrita. Debido a que la escritura de un trabajo final o tesis tiene como finalidad la comunicación de ideas, descubrimientos e investigaciones, la misma requiere de solidez teórica y metodológica.

Definir el rol de cada uno de los integrantes de la dupla tutor/tesista resulta de suma utilidad. Por ello, la elección del tutor es, simplemente, la clave del éxito, un factor determinante a la hora de obtener la categoría de “investigador” o de finalizar de manera exitosa el proceso de escritura de una tesis.

Debido al fuerte impacto (ya sea positivo o negativo) que puede llegar a tener un tutor sobre su tesista, y teniendo en consideración las funciones y roles que tiene el primero, parece ser que es mucho más importante elegir un buen tutor, que un buen tema de investigación.  En síntesis, un buen acompañamiento resulta clave a la hora de la finalización, por parte del tesista, de su investigación que lo conducirá a su graduación e inmersión en el mundo profesional.

En concordancia con las palabras de Ruiz Bolívar (2005), quien asegura que el rol del tutor consta de tres dimensiones: dominio del área temática; experiencia como investigador y entrenamiento como asesor académico/pedagógico, es necesario considerar las aptitudes de los mismos en las diferentes áreas para que pueda cumplir con su rol de la manera más exitosa posible.

Como afirman Coria y Massuco (2015), el tesista interactúa con otro sujeto epistémico, y esta interacción requiere que puedan agilizar acciones, demoler mitos, y visualizar fantasmas. Para ello, es imprescindible trabajar sobre la tensión que implica, por un lado apuntar a la autonomía del tesista en su calidad de investigador, y por el otro, orientar y estimular la producción, desde una posición de primer evaluador del producto.

En virtud de que al final del proceso de tutoría se espera que el estudiante pueda exhibir la tesis  de grado y que además haya desarrollado competencias de investigador, el tutor deberá promover un aprendizaje consciente y comprensivo del contenido y la apropiación de estrategias para el aprendizaje autónomo y permanente del estudiante.

Por parte del tesista, en cambio se requerirá un cierto grado de motivación e interés por la investigación, ganas de superar debilidades o contrariedades académicas y personales y responsabilidad acerca del uso y control de los procesos de pensamiento que se deben emplear y las convenciones que deben respetarse.

 

Criterios para trabajar la corrección/autocorrección

La autocorrección y corrección son actividades  que se pueden ubicar en la etapa final de la escritura. Dicha etapa consiste en la revisión y la corrección del texto, luego de planificar, organizar y de producir el texto. Cervantes, G. (2002) entiende la autocorrección como la adquisición gradual de un conjunto de habilidades mecánicas y de procesamiento de la información, que el alumno de lengua escrita va alcanzando con la ayuda del profesor en el aula.

Por aspectos mecánicos de la redacción, se entiende, la corrección de acentos, puntuación, mayúsculas, letras dudosas, palabras repetidas, etc. En lo que se refiere al procesamiento de información se consideran principalmente elementos de orden discursivo: problemas sintácticos, manejo de referencias, dosificación de datos, construcción de la trama, su organización y coherencia. (R. Martín, 1996 citado en Cervantes G. 2002).

Las variables principales, que considera la autora citada en el proceso autocorrectivo, pueden dividirse en internas y externas. Entre las variables internas se incluye: la capacidad metalingüística, la noción de corrección, las habilidades de escritura (incluyen reglas pragmáticas), la distancia autor-texto, la autoimagen, las actitudes ante la escritura. Por su parte, las variables externas, refieren el enfoque didáctico, el papel del docente y los instrumentos de apoyo.

Jakobson (1985) afirma que “la capacidad metalingüística, es una parte de la competencia del hablante que consiste en la capacidad de reflexionar sobre la lengua y de manejarse en un cierto dominio de conocimientos inherentes a sus funciones comunicativas.” (p. 134).

Otra de las variables consideradas como pertinentes a la autocorrección es la noción de corrección que el alumno ha internalizado en su experiencia académica y que regula su conciencia de hablante  y le hace tomar decisiones a la hora de hablar o escribir.

La distancia redactor-texto, otra variable importante en la autocorrección, podemos apreciarla cuando el estudiante se torna responsable de su propia escritura y constituye para él un reto personal, planificar sus textos, organizarlos, producirlos y revisarlos con ojos críticos.

Para corregir textos con sistematicidad y avanzar en el manejo de la lengua dentro del proceso de la autocorrección, es necesario apoyarse en instrumentos tales como diccionarios de uso, de sinónimos, de dudas de verbos, gramáticas del español, libros de redacción y de retórica, etc., que nos faciliten a tarea de consultar dudas, precisar términos, ampliar vocabulario, revisar esquemas textuales, explorar en los géneros discursivos y en conceptos relacionados con el lenguaje, la lengua y la comunicación escrita.

 

El producto final

En relación a las tesis de grado, o trabajos finales de investigación, podemos destacar que los procesos de elaboración de tesis cuentan con varios signos o datos que pueden dar cuenta de la formación que han tenido los estudiantes en su largo proceso de escolarización y en su formación académica superior o universitaria. Pueden además aportar características acerca del tipo de alfabetización académica recibida a en su paso por la universidad y el nivel de desarrollo alcanzado en la lectura y la posterior producción escrita como un  proceso interactivo, que tiene un papel fundamental para la construcción de conocimiento en el nivel superior.

La utilización de determinado vocabulario escrito, el desarrollo de potencialidades que permiten realizar una lectura que trasciende los contenidos teóricos, conceptuales, bibliográficos, enriquecida por experiencias, vivencias que pueden ser sistematizadas y comunicadas en una producción científica le dan a esos trabajos un valor agregado.

Muchas veces quienes dirigen trabajos finales de integración, o tesis, en reiteradas oportunidades requieren textos e informes sin ser demasiado claros al definir qué es lo que esperan de estos, dando por hecho que los estudiantes conocen o manejan las convenciones y formalidades para los géneros solicitados.  A decir de Lillis, (citada por Roux, 2008 p.131) “para los estudiantes es un misterio lo que esperan sus profesores cuando solicitan determinados tipos de texto”.

En circunstancias donde los directores y tutores de tesis priorizan los contenidos conceptuales, las actualizaciones, las referencias bibliográficas, científicas, los modelos, mientras se relegan los modos de redactar, de comunicar los resultados de una experiencia o trabajo de campo, sistematización de una investigación, muchas veces se debe recurrir a especialista/s en lingüística y “elaboradores” de diseños de presentación de tesis, para que sus trabajos sean aprobados y hasta mejor evaluados.  En consecuencia, el proceso de elaboración de trabajo final o tesis  de producción propia, individual, se ve reducido a un mero requisito para obtener un título.

Dentro de la dinámica de las relaciones sociales que se dan en el interior de cada institución universitaria específica en donde los estudiantes van aprendiendo lo que en esa comunidad se capta como culturalmente válido, aprender a leer y escribir depende más de los apoyos que la cultura académica universitaria les ofrece o les restringe a los estudiantes universitarios que de sus habilidades cognitivas. "Se trata de capacidades propias de un desarrollo lingüístico y cognitivo no producido espontáneamente, sino que resultaría conveniente apoyar, ofreciendo los recursos educativos correspondientes" (Di Stefano et al., 2003 p. 2).

Si este proceso de elaboración de tesis no se desarrolla armoniosamente, pone en riesgo una valiosa posibilidad de generar, en los futuros profesionales, una transformación conceptual; una actitud investigativa genuina; o la oportunidad de incorporarse a la actividad académica en forma permanente como parte de un equipo de cátedra, de investigación y hasta de extensión. Para otros, quienes no opten por su inclusión institucional, la experiencia puede brindarles la oportunidad de apropiarse de instrumentos epistemológicos y metodológicos necesarios para investigar por su cuenta; jerarquizar su actividad profesional; mejorar sus intervenciones profesionales; y seguramente también podrá integrar o dirigir equipos de trabajo en mejores condiciones.

 

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