Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales
ISSN 1669-1555
Volumen 7, nº 1 (2009)

La construcción del conocimiento en las ciencias agropecuarias

por Claudia Alicia María Degano, Maria del Carmen Ochoa

Contacto: earrubia@gmail.com

 
Resumen

La historia de la agricultura es la historia de las innovaciones y los cambios tecnológicos. La producción agrícola involucra la coordinación, interacción y transformación del medio social y natural en el que se produce. La ciencia agrícola contemporánea resolvió separar la realidad empírica, y considerar no relevantes los estilos de los agricultores, imaginando que las prácticas y tecnologías sugeridas se adaptan a todos los tamaños de predios, estilos y posibilidades, tanto económicas como agroecológicas. Reconocer las limitaciones que actualmente ofrece la visión disciplinar, necesita de un trabajo integrado entre investigadores de las ciencias duras, sociales, comunidades, extensionistas y comunidad de pares extendidos, entre otros actores y a plantear una nueva forma de producir y transmitir el conocimiento agronómico. Dado que los sistemas que estudia la agronomía se desarrollan a través del tiempo y la incertidumbre, se requiere un cambio de paradigma, en la producción y en la transmisión del conocimiento.


Palabras clave

agricultura; tecnologías; sistemas; producción; conocimiento


 
Abstract

History of agriculture is the history of innovation and technological changes. The agricultural production involves coordination, interaction and transformation of the natural and social media in which it happens. Contemporary agricultural science decided to separate the empirical reality, and consider not relevant the styles of the farmers, imagining that the practices and suggested technologies adapt to all the sizes of lands, ways of production and possibilities, as economic as asgroecologic.  To recognize the limitations that nowadays offer the disciplinary vision, an integrated from a work is needed among researchers of the exact and social sciences, communities, communicators and community of widespread couples, among other actors and to raise a new way of producing and transmitting the agronomic knowledge. Because of the systems that agronomy studies develop across the time and the uncertainty, a change of paradigm is needed, in the production and in the transmission of the knowledge.

 
Keywords
agriculture; technologies; systems; production; knowledge

Texto

La historia de la agricultura es la historia de las innovaciones y los cambios tecnológicos. La producción agrícola involucra la coordinación, interacción y transformación del medio social y natural en el que se produce.

Actualmente, el reclamo por una visión integrada entre lo económico, ecológico y social es realizado en voz cada vez más alta y los estudiantes que abandonan la universidad como graduados, deberán enfrentarse a ese reclamo social.
El complejo sistema de producción debe ser observado, interpretado, reorganizado y evaluado permanentemente, generando los pequeños cambios tecnológicos mientras el mismo está en proceso. Es importante considerar el lugar y la cultura propia donde se desarrollan las actividades agropecuarias. Durante mucho tiempo el desarrollo de los sistemas agropecuarios se hizo a través de un esquema de investigación desarrollada por los científicos, en las grandes estaciones experimentales o Universidades, en condiciones controladas y luego transferida a través de los extensionistas a los productores para su adopción (Sarandón y Hang, 2002; Van der Ploeg, 2004, p. 5). Reconocer las limitaciones que actualmente ofrece la visión disciplinar, la necesidad de los estudios de impacto ambiental requeridos para la mayoría de las acciones sobre los sistemas agropecuarios y que los mismos se construyen sobre contextos institucionales y sociales, llama a considerar la necesidad de trabajo integrado entre investigadores de las ciencias duras, sociales, comunidades, extensionistas y comunidad de pares extendidos, y plantear una nueva forma de producir y transmitir el conocimiento agronómico.
La mayoría de las disciplinas científicas tienen sus reglas, escritas o no, y las diferentes escuelas de pensamiento definen fuertemente el tipo de actividad científica, lo que se demuestra a través de muchas publicaciones académicas, que aún están organizadas en disciplinas, con información profesional puntual pero de poca relevancia para la producción en si misma. Estos intereses producen el flujo de prioridades influyendo de gran manera la agenda de científicos, académicos y políticos. En los últimos años la FAO reconoció que los avances tecnológicos de la Revolución Verde o la tecnología convencional, no han constituido una respuesta eficiente a la heterogeneidad característica del sector rural, principalmente en Latinoamérica, ya que sus recetas no resultaron siempre apropiadas para la subsistencia de comunidades que viven en tierras marginales o poco fértiles (Sarandon y Hang, 2002).

Van der Ploeg (2003, p 147-149) reconoce en el desarrollo de la agronomía, un período clásico, precursor de la ciencia agrícola actual, que contribuyó a la generación de la diversidad de conocimientos por la acumulación de estos, sobre los diferentes modos de hacer agricultura. Por aquel tiempo, los sistemas agrícolas se consideraban en forma separada, y por la simplicidad reinante, podían ser interpretados con rigurosos estudios individuales. En este periodo, se puede identificar el modo de hacer la ciencia agrícola equiparada al paradigma moderno de la ciencia, en que ciencia se convierte en técnica y la realidad empírica define el valor del conocimiento producido (Pardo, 2000, p 52). La ciencia agrícola contemporánea resolvió separar la realidad empírica, y considerar no relevantes los estilos de los agricultores, imaginando que las prácticas y tecnologías sugeridas se adaptan a todos los tamaños de predios, estilos y posibilidades, tanto económicas como agroecológicas. Hacia 1930, Bordewijk (1936, citado por Van der Ploeg 2003, p 152) consideraba la ciencia agrícola como una práctica agrícola sistemática y críticamente ordenada, que sigue las leyes de la naturaleza y que se desarrolla siguiendo esas leyes científicas, como en un teatro cartesiano, refiriendo a un mundo altamente mecanístico (Van der Ploeg 2003), reduciendo el mundo agrícola a funciones de producción que requieren una relación precisa entre inputs y outputs derivados del conocimiento científico, totalmente identificada con la ciencia moderna, en que la razón matemática (Pardo, 2000) trata de explicar todos los problemas, a través de fórmulas y funciones, convirtiendo a la naturaleza en objeto de cálculo. Aparece así un determinismo tecnológico, en términos de Van der Ploeg, que Lakatos (en Pardo, 2000, p 61) considera la “historia interna” de la ciencia, que hace abstracción de la incidencia de lo social y relata el despliegue de la lógica de las ideas científicas, generando el contexto de justificación, con el que diferentes prácticas pueden definirse como atrasadas, deficientes o, en su extremo, muy intensivas (Galetti et al 1956, en Van der Ploeg, 2003), aisladas de la realidad histórica  y social en las que se produjeron.

En la agronomía contemporánea, la investigación está orientada a los factores de crecimiento, con los que se construyen modelos o funciones de producción, con relaciones objeto-objeto que deben ser estandarizables, cuantificables y controlables, llegando a la agricultura prescriptiva y directiva, utilizando, el método inductivo y llegando a generalizaciones a partir de proposiciones particulares. No se trata de desconocer los logros conseguidos por vía del método científico y el paradigma moderno, sino de ampliar esta visión, reconociendo que los agricultores tienen actividades multidimensionales y reflexivas, orientadas por objetivos, superando la limitación señalada por Lazo (2000, p126) de creer que aquello que caracteriza los casos estudiados, puede considerarse como verdadero para todo el resto, donde la teoría prevalece sobre la práctica, tratando de justificar resultados no esperados.

Ante la aparición del análisis sistémico y el reconocimiento de subsistemas de operación (García, 2000), el modelo estímulo-respuesta resulta insuficiente, y debe reconocerse (Sauvant, 1996, en V del Ploeg, 2003, p. 166) la necesidad de elaborar modelos empíricos de respuestas múltiples, pues los sistemas que estudia la agronomía se desarrollan a través del tiempo y la incertidumbre.

La ignorancia de algunos temas o aspectos, está siempre presente en el manejo agrícola; según Van der Ploeg (2003), el tema es como luchar con ello. Esta visión es explicada en parte por Funtowics y Ravetz (1999, p. 34), al decir que “el tipo epistemológico de incertidumbre se ha tornado familiar para los expertos, que descubren en su propia práctica una forma extrema de incertidumbre, con límites en la ignorancia lisa y llana”.

Estos autores (1999, p. 38) plantean una modalidad dinámica de tratamiento de los nuevos problemas, con estrategias de resolución en las que el diálogo puede contribuir a encontrar una solución, ya que, desde una fase inicial confusa, las proposiciones se ven clarificadas, y esto estimula a una nueva investigación, involucrando la inclusión de participantes legítimos en el proceso, en este caso en particular los productores agrícolas, quienes conformarían la “comunidad de pares extendidos”.

El modelo de transferencia de tecnología agrícola, es parte del modelo de formación de los ingenieros agrónomos en las universidades. Modelo en que el investigador, o la institución fijan las prioridades, el desarrollo de tecnologías y luego las traslada a los productores. Sin embargo, este modelo no se adapta a todos los niveles de productores y aunque se está transitando hacia un sistema de investigación interdisciplinar, los pequeños productores quedan fuera de los procesos de investigación (Chambers y Jiggins, 1987) de enseñanza y formación de ingenieros agrónomos. 

Conclusiones

La construcción del conocimiento agronómico atraviesa una etapa de gran complejidad, la visión linear de ingreso-egreso necesita ser complementada por el análisis de redes que reconozcan a los sistemas, y se debe reflexionar, aprender y considerar las interacciones entre ellos. Sin embargo, esta visión integral, requiere de un cambio de paradigma, tanto en la producción como en la transmisión del conocimiento.

Bibliografía

Chambers R. y Janice J. “Agricultural research for resource-poor farmers Part I: Transfer-of-technology and farming systems research”. Agricultural Administration and Extension, Vol. 27, 1, 1987.
Funtowicz, S. y Ravetz, J. Epistemología política. Ciencia con la gente. Buenos Aires: C.E.A.L., 1993.
Garcia, R. en Leff, E. (ed.)., Los problemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo. México: Siglo veintiuno editores, 2000.
Lazo. en Díaz, Esther (ed.), Posciencia. Buenos Aires: Biblos, 2000.
Pardo  en Díaz, Esther (ed.), Posciencia. Buenos Aires: Biblos, 2000.
Sarandón, S. y Hang, G. “La investigación y formación de profesionales en agroecología para una agricultura sustentable: el rol de la universidad” en: Sarandón, S. (ed.). Agroecología. El camino hacia una agricultura sustentable. La Plata Ediciones Científicas Americanas, 2002.
Van der Ploeg, J. D. The virtual farmer. Past, present and future of the Dutch peasantryRoyal van Gorcum, 2003.
Wiskerke, J. S. C y Van der Ploeg, J. D. (eds) Seeds of transition. Essays and novelty production, niches and regimes in agriculture. Royal van Gorcum, 2004.

 
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